viernes, 15 de diciembre de 2006

La trucha y la luna (no el toro y la luna)


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Tengo unos amigos pescadores y es posible que en algún momento puedan acceder a mi blog, y los quiero sorprender con un sencillo consejo que no sabe nadie, bueno nadie no, porque mi amigo Tote, uno de los mejores pescadores de salmónidos sin muerte que he conocido, si que lo sabe, quizás el único.
Imaginaros una noche de luna llena, con nubes y claros, las nubes desplazándose a buena velocidad, y como resultado la luna se oculta y aparece, se oculta y aparece. Bien, si esto ocurre durante la temporada de pesca, al amanecer de ese día, no dudéis en coger la caña e iros a ese sitio que sebéis que hay truchas pero que no hay quien las saque, y si es un pantano mejor. Posiblemente os sorprenderéis de los buenos resultados.
Ahora dejar de imaginar, y estar pendientes de las noches con buena luna. Suerte

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Madre mía, parece una historia de miedo. Una noche de luna llena, con nubes que van y vienen, en un pantano tétrico y seguro que con un frío horroroso. En ese escenario lo último que va a encontrar el pobre insensato que se atreva a ir es una trucha, seguro que hay tres asesinos en serie escondidos detrás de un árbol, asustados porque está el hombre-lobo, que aparece y desaparece en función de la luna y un cadáver asqueroso en el fondo del pantano rodeado de truchas con colmillos de tamaño XXL.

En fin, que espero no tener que ir nunca a pescar en esas condiciones.

Jose

Anónimo dijo...

Antes iba mucho a pescar pero ahora voy menos porque el trabajo me lo impide. Solía pescar truchas y salmones y sí es verdad que algunas madrugadas se me daba mejor que otras. No sé si debía al tema de la luna y las nubes o al cebo que utilizaba. Contra más iba en otoño, más salmóndios pescaba.
He pescado habitualmente durante 10 años de forma regular, luego dejé de ir porque subió de precio de la ropa de pesca. No es que yo sea mucho de comprar marcas, pero tampoco me gusta ir de cualquier manera, así que lo dejé y fui perdiendo la afición. Siempre he sido de caña corta, solía usar un cañetín espiguero. Durante mucho tiempo le estuve dando vueltas a porqué a veces pescaba mucho y otras sin encambio no, y llegué a la conclusión de que el cebo tenía probablemente algo que ver. Usaba gusanos tubícolas secos de los que se usan normalmente para los salmóndigos.
Quería agradecerle su comentario tan interesante respecto a la luna, al principio pensaba que estaba de broma, además con el cambio climático vaya usted a saber si la influencia de la luna en los salomondidos será diferente dentro de unos años.
No voy a extenderme mucho más porque me gusta hacer reseñas breves, como irá comprobando en su blog.
Un saludo.
Mi nombre es Facundo Rodríguez López, para servirle a usted y a su señora.
No quisiera dejar pasar esta ocasión sin felicitarle a usted y a su señora las Fiestas Navideñas.
Sin otro particular me despido de usted y de su señora.